La horripilante y condenable tragedia del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania protagonizada por el criminal y genocida primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, y peor, apoyado en ese grimoso catálogo de infamias por el presidente Donald Trump, ambos pasibles de condena por crímenes de lesa humanidad y genocidio por el Tribunal Penal Internacional de La Haya, Holanda.
Mucho peor aún, la tragedia palestina prosigue, por irresponsable y cobarde vigorosa y contundente respuesta condenatoria por la comunidad internacional como unísona expresión de condena, ante tenebrosa barbarie israelí contra sus hermanos de padre palestinos.
La tragedia humanitaria de Palestina se origina antes de Naciones Unidas instaurar la resolución 181 del 29-11-1947, transfiriendo el antiguo dominio otomano del área (1517-1917) al entonces Mandato Británico (1917-1947) en dos Estados, uno hebreo o judío, y otro árabe o palestino.
Antes de producirse la resolución 181, grupos terroristas hebreos Irgún y Stern, asesinaban palestinos en toda el área, despojándolos de sus tierras y hogares obligándolos a precipitadas emigraciones a Líbano, Siria y Jordania, también con el condenable permisivismo principalmente de Estados Unidos con el presidente Harry Truman, y una atribulada y destruida Europa, recién superada la catástrofe humanitaria mayor de la historia con la II Guerra Mundial (1939-1945), que produjo más de 50 mm de muertos, más de la mitad aportados por la entonces URSS.
Hoy, julio 2025, la tragedia palestina presenta una trascendental, profunda, como contundente inflexión definitiva, orientada a solucionar por siempre excesos de barbaries, efusión de sangre, la inmensa mayoría inofensivos civiles, hambruna como método de guerra, limpieza étnica, genocidio, y tierra arrasada, accionada por un caudaloso torrente de infamias por Israel, con varias lecturas a considerar.
Nunca será posible eximir a Hamás, grupo político armado que domina la Franja de Gaza, por su execrable y horrible irrupción el 07-10-2023, asesinando a 1,200 hebreos, inclusive niños, mujeres y naciones, secuestrando 250, pereciendo 200 y sobreviviendo 50 cautivos hasta el 14-07-25, que Hamas propone liberar a cambio de 1,200 palestinos en cárceles israelíes.
Tampoco como los sofisticados controles fronterizos israelíes, ranqueados los más seguros y eficientes del mundo, no lograron interceptar y detener la condenable riada criminal de Hamás ingresando a territorio israelí, nebulosa preñada de sospechas y conjeturas, bordeando calculado permisivismo, para extrapolarlo a juicio pendiente por corrupción de Netanyahu, o fallas de seguridad, vertientes en su momento a dilucidar, pero hoy, flotando en el suspenso y el limbo de simples especulaciones.
Francia
En el ínterin en que estas inquietantes interrogantes logren despejarse e identificarse de motivos y protagonistas, procede considerar la más reciente impronta del abyecto escenario culposo, del genocidio protagonizado por Israel contra palestinos, cuando este julio 24-25, Emmanuel Macron, presidente de Francia, sacudió el casi yerto panal mundial de Palestina, anunciando formal reconocimiento del Estado palestino, cuando este septiembre acuda a la Asamblea General de ONU.
Macron remitió correspondencia a Mamud Abbas, presidente de la asediada Autoridad Nacional Palestina (ANP) que sesiona en extremo constreñida en Ramala, capital ANP, enterando al moderado y constreñido angustiado líder palestino por Israel, de su trascendental ponencia.
“Quiero abogar por finalmente construir un Estado Palestino, con este reconocimiento, Francia quiere aportar una contribución decisiva a la paz en Oriente Medio, y movilizar a todos sus socios internacionales que quieren participar en la paz en la región”, puntualizó el presidente Macron en su misiva a Abbas.
Vigorosa, laudable, contundente y crucial invitación a la comunidad internacional, instándole secundar su valiente y promisoria iniciativa, con altruistas propósitos de solucionar un conflicto de 70 años, cinco guerras y media docenas de abyectas acciones destructivas de Israel contra palestinos, dentro y fuera de su línea demarcatoria nacional.
El presidente Macron, representando a su país, se adhería a 143 países registrados en ONU que reconocen al Estado palestino, siendo Francia el 144 del total, de 193 países en ONU.
Este 16-07-25, Francesca Albanense, relatora especial de ONU, pidió en Bogotá, Colombia, a todos los países cortar nexos con Israel, considerando que tratar la “ocupación de Palestina como algo normal, significa apoyar la presencial ilegal del Estado judío en ese territorio, añadiendo:
“Que cada estado revise y suspenda inmediatamente sus vínculos con el Estado de Israel, sus relaciones militares, estratégicas, diplomáticas, tanto de importaciones como exportaciones”, una galleta sin manos al presidente Gustavo Petro, principal suministro de carbón a Israel, que condenó reciente exportación del combustible fósil, palpable demostración de un cuestionable ejercicio de autoridad de su parte.
La Fanja de Gaza es la cárcel a cielo abierto más grande en la historia de la humanidad con 580 kilómetros cuadrados, donde sobreviven confinados en condición de desastre y condenable hambruna y crisis humanitaria 2.100 palestinos, de los que el genocida Estado de Israel y su criminal primer ministro Benjamin Netanyahu ha logrado asesinar 59 mil, y 141,135 heridos, muchísimos con traumas físicos irrecuperables y traumas psicológicos insalvables (EFE, El Caribe, 22’07’25).
El Papa León XVI pidió a la comunidad internacional “no justificar el castigo colectivo que sufre la población civil de Gaza, ni su desplazamiento forzoso”, instando protegerla “con el respaldo humanitario en Gaza” (El Caribe 21-07-25).
Hamás condiciona un alto al fuego permanente y retirada del Tezahal de Gaza, como condiciones fundamentales para alcanzar un acuerdo con Israel, mientras Netanyahu cada vez de crear condiciones imposibles evitando un acuerdo de alto al fuego en Gaza y liberar los 50 rehenes vivos, argumentó a Prensa Asociada, el alto dirigente de Hamás, Mahmud Mardawi (Hoy 30-06-25).
Conforme es claro discernir, la solución del sangriento y deshumanizado escenario de Gaza, se identifica en solo dos exclusivas vertientes, conforme reseñé en mi entrega a La Información del 04-06-25:
Primero:
Un histórico y definitivo úkase del presidente Donald Trump disponiendo concluir el diferendo palestino-hebreo, decantándose por la solución de dos Estados.
Segundo:
La decisión unificada de la comunidad internacional de suspender toda relación con el Estado de Israel.
No existe una tercera opción.
Alea jacta est.
jpm-am
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