POR DANIEL TORIBIO
El Gobierno dice que la desaceleración económica de 2025 se debe al entorno internacional, pero los datos cuentan otra historia. El precio del petróleo ha sido moderado, con el Brent fluctuando entre US$63 y US$73, y las proyecciones para fin de año van entre US$60 y US$68. Las estimaciones presupuestales eran de US$85 No vemos ningún shock externo evidente.
Mientras tanto, los pilares externos de nuestra economía están más sólidos que nunca. El turismo rompió récords con más de 7 millones de visitantes hasta agosto, generando ingresos de más de US$6,400 millones. Las remesas ya superan los US$5,300 millones en siete meses. La inversión extranjera directa sumó US$2,236 millones en el primer semestre. Y por si fuera poco, las exportaciones totales crecieron 3.7% y las de zonas francas aumentaron 6.2%.
Entonces, ¿por qué se frena el crecimiento?
La respuesta parece estar más cerca de casa:
• Inversión pública muy baja • Ejecución del gasto súper lenta • Tasas de interés para el crédito que siguen altas • Trabas estructurales que no hemos podido resolver
Echarle la culpa al entorno externo es la salida fácil, pero no cuadra con lo que nos dicen los números. Por fuera la economía aguanta bien, pero lo que la está frenando pasa por dentro.
jpm-am
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