Un dicho reza: «Cada cabeza es un mundo». Eso es una realidad que el hombre vive hoy, que podríamos decir que se debe a que Dios creó al ser humano con albedrío; es decir, con la capacidad de hacer su libre decisión y elección. Todo esto niega en lo que muchas veces se cree, el llamado sentido común, lo cual es la manera en que se espera que todos pensemos y actuemos.
En realidad el mundo vive una locura, aprueba lo bueno y hace lo malo. Por eso se dice: «Llamamos a lo bueno malo y a lo malo bueno». Sin duda, que todo ser humano consciente de la realidad que vive el mundo, debe tener la misma preocupación que tienen los demás. Sin embargo, se sabe que no todos comparten el mismo pensamiento ni las mismas decisiones, y es esto que complica la convivencia humana.
Una situación que debemos confrontar es que se defina correctamente lo que es bueno y lo que es malo. Mas se sabe que no hay manera de hacer tal confrontamiento, ya que hay demasiados indicadores que lo impiden, como son las culturas, los grados de conocimientos, los valores, las creencias y las conveniencias, entre otras. Sin embargo, es necesario que cada ser humano este dispuesto a colaborar con la convivencia humana.
Las religiones son ende de división social, en el sentido de que las normas de regulación de la conducta humana, están definidas en ese libro que se llama la Biblia, para los cristianos. Empero, las otras religiones, también tienen sus definiciones del comportamiento social, conforme al libro sagrado de cada una de ellas. En consecuencia, no existe una religión única, que unifique la humanidad.
Esa verdad en las religiones la vamos a encontrar en todas las actividad social, económica, política, científica, deportiva, recreativas, entre otras. Todo esto está enmarcado en el enfoque que cada uno le da a sus cosas.
Esto causa grandes perturbaciones , traumas y sobre todo distorsiones que conllevan al fracaso humano.. Salomón, hijo de David, escribió: «Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte» Prov. 14: 12.
Jesucristo, es la única persona que ha vivido en la tierra que puede servirnos como un ejemplo unificador y reconciliador de la humanidad, si tan solo pusiéramos la mirada y fe en él y sus enseñanzas. El no es culpable de lo que han hechos los creyentes en él, dividiéndose cada día más. por los benditos intereses y las malas interpretaciones de sus enseñanzas, de su misión y de su persona..
Jesús a pesar de que el celo de su Padre, por las cosas sacras, le consumía, no personalizó como forma de ataque a ningún ser humano, sino que se enfocó en enseñar las palabras de su Padre, haciendo la voluntad de Este.
Toda su meta, era buscar y salvar a los perdidos. El mundo en su mayoría está perdido, en relación a la doctrina y visón de Cristo. El dijo: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» Mt. 11:28.
La actitud correcta de todo ser humano debiera estar orientado en lo siguientes: lo dicho por Benito Juárez, «el respeto al derecho ajeno es la Paz» y lo que escribió Pablo, apóstol de Jesucristo: «No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de nosotros, estad en paz con todos los hombres» Rom 12:17, 18.
Enderecemos nuestro andar, por medio de tomar los dos principios sociales más importantes, que oídos humanos hayan oído, dicho por Jesucristo: «Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas» y «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» Mt. 7:12; 22:37, 39 respectivamente.
jpm-am
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