FNP ve «correcto y necesario» el acuerdo entre EE.UU. y la RD

En una declaración pública que fue leída en rueda de prensa por su dirigente, Pelegrín Castillo Seman, la entidad opositora  observa que crimen organizado transnacional se expande en el Gran Caribe y constituye desde hace tiempo «un peligroso fenómeno capaz de destruir instituciones y estados, y de lesionar la seguridad de las comunidades y su gente».

Opina que dicho acuerdo debería ser respaldado en el plano político por resoluciones del Congreso Nacional.

La FNP también se refiere en su pronunciamiento  a la situación de Haití y advierte al Gobierno del Presidente Luis Abinader y a los integrantes de los poderes públicos nacionales, sobre «la urgente necesidad de fortalecer las fronteras terrestres, aéreas, marítimas, finanancieras y cibernética» dee la República Dominicana.

» Reiteramos las demandas de acciones tan importantes como declarar el estado de excepción para la defensa y la emergencia en la región fronteriza, terminar el muro con dispositivos de alta tecnología, así como proceder formalmente a dejar sin efecto el Plan de Contingencia sobre Flujos Masivos de Migrantes del año 2019″,

TEXTO DE LA DECLARACIÓN

El texto de la declaración de la FNP es el siguiente:

«La Fuerza Nacional Progresista por medio de la presente Declaración Publica, procede a fijar con toda responsabilidad su posición en relación al acuerdo de cooperación suscrito  recientemente por los gobiernos estadounidense y dominicano para la implementación del nuevo enfoque de lucha contra el Crimen Organizado Trasnacional en la región del Gran Caribe:

•Fundamento Jurídico. La FNP entiende que dicho acuerdo es oportuno, correcto y necesario, a la vez que lo encuentra sustentado en sólidas bases constitucionales, convencionales y legales. Especialmente, destacamos que los Arts 128 y 262 de la Constitución de la República, consignan claros mandatos de enfrentar el Crimen Organizado Transnacional, cuya expansión en el Gran Caribe viene constituyendo hace tiempo un peligroso fenómeno capaz de destruir instituciones y estados, y de lesionar la seguridad de las comunidades y su gente. Estimamos que dicho acuerdo de cooperación,  debería ser respaldado en el plano político, por resoluciones del Congreso Nacional.

La expansión del Crimen Organizado Transnacional en nuestro nación ha provocado, al igual que en todas las naciones de la región Gran Caribe, daños considerables, muy  difíciles de medir: la penetración de las organizaciones políticas y los poderes públicos, su impacto distorsionante sobre las actividades económicas y productivas, el surgimiento de una narco cultura, la entronización de estructuras de violencia criminal, la afectación negativa de las variables demográficas. Las personas jóvenes en condición de adictos supera la cifra de  los 300 mil. En consecuencia, también los riesgos a la seguridad nacional e internacional del Estado son considerables, como quedó demostrado en Diciembre del año 2024, con el frustrado envío de 9.8 toneladas de cocaína, desde el Puerto Multimodal Caucedo, a Amberes, Bélgica-como puerto de entrada a Europa-, en una operación transnacional con muchas implicaciones, ya que según señalara el presidente colombiano , dicho cargamento-enorme e inédito por su dimensiones y valor- fue enviado desde el Catatumbo Colombia, en la frontera con Venezuela, por carteles narco terroristas, y consolidado en la Isla de Santo Domingo.

•Saludamos el cambio de política de EEUU. Nuestra organización, la Fuerza Nacional Progresista, con una larga trayectoria en la lucha contra la criminalidad organizada y el terrorismo, encabezada por nuestro líder y fundador Dr Marino Vinicio Castillo, celebra con esperanza que la administración del Presidente Donald Trump este cambiado sustancialmente el enfoque de lucha de los Estados Unidos,  ya que estaba harto demostrado que las políticas débiles, ambiguas, mediatizadas y/o contemporizadoras, que han ejecutado en las últimos tiempos las administraciones Bush, Obama y Biden, solo han contribuido a agravar el fenómeno criminal en todos sus expresiones. Mientras América Latina muestra las tasas más altas del planeta de homicidios violentos( 29/33% con apenas 9% de la población), los EEUU sufren a la vez un saldo de muertos por consumo de drogas, especialmente del fentanilo, muy superior a los muertos en las distintas guerras en que sus militares han participado, ( Solo en los últimos 5 años, medio millón de muertos). Ese cambio de política de EEUU, va en la misma dirección de  iniciativas nuestras como el Proyecto de Ley de interceptación aérea y marítima, incluyendo, derribó y hundimiento.

•Globalización en caída. Es necesario que todos los dominicanos, tomemos consciencia plena de que, desde hace algunos años, está en curso la Primera Guerra Global Híbrida, de 4ta Generación, con la que se procura reconfigurar el orden internacional, después de las diversas crisis que han conducido al derrumbe irremisible de la globalización, del multilateralismo y el multiculturalismo, que prometía el Nuevo Orden Mundial anunciado en 1990. Las lecciones de la historia y la geopolítica nos enseñan que cuando se producen conflictos mundiales de envergadura, la región del Gran Caribe se convierte en un campo de batalla entre las grandes potencias en lucha, con efectos trastornadores graves sobre la paz y la estabilidad internacional. En el presente estamos ante el cuarto episodio histórico de ese tipo, desde la Guerra Hispanoamericana de 1898.

•Amplitud del daño.  En Las Americas el régimen encanallado que oprime a Venezuela ha generado muchos daños. Existen pruebas sobradas de que el régimen que encabeza Nicolás Maduro y sus secuaces y aliados, ademas de ejercer un poder usurpado, es el responsable fundamental de tramas, redes y acciones criminales que vienen afectando la seguridad y la paz en todo el hemisferio. No solo ha auspiciado en forma sistemática éxodos masivos de sus nacionales y extranjeros de todas partes del mundo, incluyendo, la suplantación de identidades a escalas nunca vistas, sino que en alianza con organizaciones de diversa índole ha estimulado múltiples formas de criminalidad organizada; y sobre todo, a trabado alianzas estratégicas con regímenes terroristas como el de la República Islamica de Irán, algo que han conllevado la entrega de amplias extensiones de terreno venezolano, asi la construcción de fábricas de armamentos sofisticados y poderosos. Quizás este último aspecto explique mejor la naturaleza y alcance del despliegue aéreo y naval de los EEUU frente a las costas de Venezuela.

•La agresión de Maduro a la soberanía dominicana. El pueblo dominicano no puede olvidar nunca que uno de los ataques más alevosos y agresivos que sufrió la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional sobre nacionalidad dominicana, y por tanto la soberanía de la República, provino de una maniobra montada y ejecutada por el Presidente Nicolás Maduro- quien después de amenazar abiertamente al pueblo dominicano-, impulsó acciones en la cumbre de la CELAC de La Habana del 2013 y luego en Caracas, al convocar a los Presidentes Medina y Martelly, para comprometer al gobierno dominicano a dejar sin efecto dicha sentencia, clave para la defensa de la soberanía dominicana. Es bueno destacar que esa posición de Maduro contra la soberanía de República Dominante respondía al interés de hacerle un servicio obsecuente “a sus buenos aliados” de entonces en EEUU bajo la gestión del Presidente Obama, en su condición de miembro distinguido y fundador del grupo de Boston: otorgarle a cientos de miles de haitianos la nacionalidad dominicana, y despojar al estado dominicano de su derecho inalienable de definir quiénes son sus nacionales. También no debemos olvidar que fue Nicolás Maduro,  el que como presidente del ALBA, respondiendo a un reclamo de ciertos líderes haitianos radicales, ejerció de facto el veto de la Misión SS Haití, liderada por Kenia, contando con la sinuosa complicidad del Presidente Petro, a pesar de que existía un mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y conscientes ambos de que así se contribuía a prolongar la inestabilidad y la violencia en esa desdichada nación.

•Haití y sus interconexiones con la crisis regional. Finalmente, la Fuerza Nacional Progresista advierte al Gobierno del Presidente Luis Abinader y a los integrantes de los poderes públicos nacionales, acerca de la urgente necesidad de fortalecer las fronteras terrestres, aéreas, marítimas, finanancieras y cibernética. Reiteramos las demandas de acciones tan importantes como declarar el estado de excepción para la defensa y la emergencia en la región fronteriza, terminar el muro con dispositivos de alta tecnología, así como proceder formalmente a dejar sin efecto el Plan de Contingencia sobre Flujos Masivos de Migrantes del año 2019. En el presente, para encarar el mayor peligro inmediato de la RD, que es el escenario de violencia y caos, que con toda la deliberación y perversidad de un crimen sofisticado y de alta inteligencia se ha montado en Haití, y que procura producir una agresión contra la integridad demográfica y territorial de la República Dominicana, “con ropaje de crisis humanitaria”.

En consecuencia,  consideramos que en esta coyuntura histórica excepcional, procede que el gobierno dominicano y el liderazgo nacional en general, alcancen una reformulación a fondo del abordaje de los EEUU sobre la crisis haitiana, la más antigua y compleja del continente. Debemos desechar en forma creíble, el fracasado esquema de seguir siendo el estado tapón o pivote de la crisis insular provocada por la condición de Estado Fallido de Haití-su zona de amortiguamiento o buffering-, al tiempo que se procura en una Conferencia Internacional las fórmulas de solución a los problemas de Haití en Haití, reconstruyendo sus bases nacionales.

Actualmente, Haití es el mayor enclave del Crimen Organizado Transnacional en el Caribe Antillano, y los EEUU lo saben de sobra, en gran modo por las erróneas políticas que sus gobiernos han seguido, especialmente bajo las administraciones demócratas, a veces en inteligencia con regímenes de Venezuela y Cuba. Su potencialidad de provocar la desestabilización de la Isla y la región es muy alta.

El Presidente Donald Trump ha demostrado mucho interés en superar o prevenir conflictos remotos, y ha logrado éxitos notables. Es justo, necesario y urgente, que como muestra de su declarada voluntad de reconstruir las relaciones panamericanas sobre otras bases, se le de la prioridad que merece el drama del pueblo y la nación haitiana, que constituye una herida dolorosa en el corazón del continente, y que no debe seguir siendo tratado como un estado descartado, como un caso irremisiblemente perdido, lo que conduciría a detonar una guerra muy cruel y virulenta en la Isla de Santo Domingo.