
Santo Domingo. – Residentes en barrios de la capital como Villa María, Ensanche Espaillat y el 27 de Febrero, han expresado su malestar por las constantes interrupciones del servicio eléctrico, que no solo afectan su calidad de vida, sino que también generan importantes pérdidas económicas.
Según los lugareños, los apagones pueden durar hasta cinco horas al día, especialmente durante las horas pico de la mañana y la noche, lo que causa frustración generalizada.
Alfonso López, un comerciante de Villa María, señaló que los apagones son insostenibles.
“Se nos dañan los productos. Ya es hora de que esto se refleje en la factura”, manifestó.
Mientras que los vecinos del Ensanche Espaillat también coincidieron en que la falta de electricidad está afectando gravemente a muchas familias, quienes consideran que las altas tarifas son un abuso, dado que no reciben un servicio continúo.
Las pérdidas incluyen desde alimentos estropeados hasta electrodomésticos dañados, lo que mantiene a los residentes de estos sectores irritados y convencidos de que, a pesar de pagar por un servicio estable, la realidad es muy diferente.
Denuncian largas tandas de apagones en Los Frailes
La misma calamidad padecen los residentes del sector Los Frailes, en Santo Domingo Este, están sufriendo por las frecuentes interrupciones del servicio eléctrico, que ocurren a diario, afectando tanto a las viviendas como a los negocios locales.
Los comerciantes de la zona denuncian pérdidas económicas debido a la falta de energía, especialmente en estos meses de calor, cuando la demanda de productos fríos es más alta.
Yeury de los Santos, un comerciante local, expresó su frustración ante la situación.
«Las tarifas eléctricas siguen subiendo y la falta de energía me está afectando gravemente. No puedo vender ni una botella de agua o refresco frío. La gente necesita hidratarse, especialmente en estos días calurosos», destacó.
Además, Wander Sánchez, residente del sector, señaló que la falta de electricidad también está dificultando el acceso al agua potable, ya que cuando la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) envía el suministro, no hay energía para bombearla adecuadamente.