
Aunque el recién inaugurado edificio de parqueos en la Zona Colonial ha sido presentado como una solución moderna para organizar el tránsito, varios comerciantes no lo ven con tanto entusiasmo. Para ellos, en lugar de alivio, representa una nueva preocupación: la posibilidad de perder a sus clientes habituales.
El dilema detrás del concreto
El nuevo parqueo de seis niveles, con capacidad para más de 350 vehículos, ofrece vigilancia, sistema digital, y espacios para bicicletas y motocicletas. Desde fuera, parece una gran obra para una ciudad que lucha contra el caos vehicular. Pero desde dentro del corazón comercial de la Zona Colonial, el panorama es otro.