
China continúa consolidando su liderazgo en innovación tecnológica y ahora dirige su mirada hacia la robótica de consumo. El país celebró los primeros “Juegos Olímpicos” de robots humanoides, un evento que evidenció su ambición por convertir esta tecnología en la próxima gran revolución después de los smartphones y los vehículos eléctricos.
El gobierno chino ha colocado la robótica humanoide como eje central de su estrategia industrial. Su plan quinquenal, iniciado en 2021, contempla un crecimiento superior al 20% anual y está respaldado por un fondo estatal de 140 mil millones de dólares para impulsar startups tecnológicas. Ciudades como Pekín, Shanghái y Shenzhen concentrarán la producción de más de 10,000 unidades este año, reforzando el objetivo de dominar este mercado emergente.
El evento deportivo dejó momentos impactantes, como el robot H1 de Unitree, que completó 1,500 metros en poco más de seis minutos, superando al Atlas de Boston Dynamics. No obstante, los robots no eran completamente autónomos, sino controlados por operadores humanos, lo que evidencia que aún falta camino por recorrer hacia una verdadera independencia mecánica.
Los retos técnicos son significativos. La autonomía energética sigue siendo limitada, con modelos como el Digit que requiere nueve minutos de carga por cada 90 de uso, además de pausas obligatorias por seguridad. La fiabilidad industrial tampoco alcanza todavía el 99.99% requerido y la seguridad se plantea como un desafío: un robot bípedo de varias decenas de kilos que pierde equilibrio puede representar un riesgo real.
Aunque algunos analistas proyectan la venta de millones de unidades para 2050, el mercado actual es prácticamente inexistente. La mayoría de los modelos se mantienen en pruebas piloto bajo condiciones controladas. Aun así, empresas como Xiaomi, Honor y Neura Robotics apuestan por el largo plazo, convencidas de que los avances en inteligencia artificial permitirán superar los obstáculos actuales.
Por el momento, China avanza entre espectáculo y promesas. Si los robots humanoides llegarán a convertirse en la revolución tecnológica que anuncian, el tiempo tendrá la última palabra.