Letonia es uno de los países de Europa donde la diferencia entre hombres y mujeres resulta más marcada, especialmente a partir de la adultez. Las estadísticas oficiales muestran que la población femenina supera ampliamente a la masculina y que esta brecha se profundiza con el paso de los años, así que se dice que la mujeres alquilan hombres en Letonia.
La principal razón está vinculada a la menor esperanza de vida de los hombres. Factores de salud, estilos de vida y una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares han provocado que muchos hombres fallezcan antes que las mujeres, generando un desequilibrio demográfico que no es común en la mayoría de los países europeos.
Una brecha que impacta en la vida diaria
En la práctica, esta diferencia se traduce en más mujeres viviendo solas, hogares unipersonales y una menor disponibilidad de parejas masculinas en determinadas edades. En algunos rangos etarios, la proporción llega a ser de forma sostenida mucho mayor para las mujeres, algo que influye tanto en la vida social como en la organización cotidiana.
Este contexto no solo afecta las relaciones personales. También modifica la forma en que se resuelven tareas habituales que antes solían compartirse dentro del hogar o en pareja.
El surgimiento de servicios por hora
Ante esta realidad, comenzaron a ganar visibilidad servicios donde hombres ofrecen su tiempo por horas para distintos tipos de apoyo. Popularmente conocidos como “esposo por hora”, estos servicios no están relacionados con vínculos sentimentales ni sexuales, sino con soluciones prácticas.
Las tareas más habituales incluyen arreglos domésticos, reparaciones básicas, montaje de muebles, ayuda en mudanzas o acompañamiento puntual a eventos. Funcionan como cualquier otro servicio por encargo, con tarifas definidas y acuerdos claros.
Aunque este tipo de servicios existe en otros países, en Letonia resulta más llamativo por el contexto demográfico en el que se desarrolla y por la atención que ha recibido en medios internacionales.
Más mercado que fenómeno social
Especialistas en demografía y sociología coinciden en que no se trata de una respuesta organizada a la escasez masculina, sino de una adaptación del mercado a nuevas necesidades. La combinación de envejecimiento poblacional, hogares más pequeños y menos redes familiares cercanas impulsa este tipo de soluciones.
La brecha de género crea un escenario propicio, pero no explica por sí sola el fenómeno. El crecimiento de los servicios por hora también responde a cambios culturales y económicos que se observan en gran parte de Europa.
Una tendencia que no es masiva
Pese a lo llamativo del concepto, estos servicios no representan una práctica generalizada en la sociedad letona. La mayoría de las mujeres no recurre a este tipo de opciones y continúa resolviendo sus necesidades mediante servicios tradicionales o redes personales.
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Sin embargo, el caso de Letonia muestra cómo los datos demográficos pueden reflejarse en la vida cotidiana y dar lugar a modelos de servicio que, aunque minoritarios, ayudan a entender mejor los cambios sociales en curso.
En un país donde la diferencia entre hombres y mujeres es persistente y medible, incluso las tareas más simples revelan el impacto silencioso de la demografía en la forma de vivir.