
En el ambiente competitivo y apasionado del béisbol dominicano, no faltan anécdotas que reflejan la intensidad de las emociones y el carácter de los peloteros. Enrique, veterano periodista deportivo, relató en una reciente conversación un episodio que ilustra cómo, a pesar de la camaradería, también pueden surgir tensiones fuertes dentro del terreno y fuera de él.
Según Enrique, hubo una ocasión en la que fue agredido por un jugador del Licey, Esteban Beltré. “Fue real”, confirma el periodista, señalando que el altercado fue tan serio que él estuvo a punto de marcharse del lugar, y tuvo que intervenir personal para separar la situación antes de que el conflicto fuera a mayores. “Un bulto”, definió Enrique a Beltré, y añadió con humor que, si se tratara de un encuentro en privado entre ambos, “no me iba a dar, sino que yo le iba a dar a él”, dejando claro el nivel de tensión que se vivió.
Este episodio se publicó en un medio deportivo bajo la autoría de Rudy González, también periodista, pero a pesar de la seriedad del hecho, Enrique asegura que estas situaciones forman parte del juego y que en general, la relación entre prensa y jugadores es de respeto y convivencia diaria. “Lo más que puedes hacer si un pelotero no quiere hablar es que te deje de hablar y ya, y sigue la vida”, explicó.
La anécdota pone de manifiesto la intensidad con la que se vive el béisbol en República Dominicana, donde la pasión puede cruzar límites, pero siempre enmarcada en un respeto mutuo que sostiene la relación entre periodistas y atletas.