El reciente colapso de una parte del techo del Estadio Francisco “Cheo” López en Camuy, Puerto Rico, ha levantado serias preocupaciones en la República Dominicana sobre la seguridad y supervisión de las instalaciones deportivas que anualmente reciben a miles de fanáticos, especialmente a pocas semanas del inicio del torneo de béisbol otoño-invernal de la Lidom.
El columnista Carlos Reynoso señaló la «pregunta ineludible» sobre si los estadios dominicanos cuentan con la supervisión adecuada por parte de los organismos estatales responsables de garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de estas infraestructuras.
La preocupación se intensifica a la luz de tragedias recientes, como el desplome del techo del centro de diversión Jet-Set en Santo Domingo el pasado 8 de abril, que provocó la muerte de 236 personas, además del colapso de un puente reportado en Yamasá, Monte Plata, que resultó en una víctima mortal.
Reynoso subraya la necesidad de que las autoridades competentes confirmen si se han realizado las inspecciones correspondientes en los estadios de béisbol, muchos de los cuales tienen varias décadas de uso y han sufrido daños, incluso por incendios.
El llamado es a actuar de inmediato. El columnista concluye que, de no existir constancia de estas inspecciones, es imprescindible que se ejecuten de inmediato. Esto evitaría que, en caso de una desgracia, se intente señalar culpables entre aquellos que, por mandato de sus funciones, «debieron actuar de manera preventiva y, en cambio, guardaron silencio incumpliendo con los deberes que su cargo les impone».