
La política latinoamericana pierde a una de sus figuras emergentes con el fallecimiento de Miguel Uribe Turbay, senador colombiano y exprecandidato presidencial, quien no logró recuperarse de las graves heridas sufridas en un atentado perpetrado en junio pasado.
Uribe Turbay murió en la madrugada del 11 de agosto de 2025 en una clínica de Bogotá, tras más de dos meses internado en cuidados intensivos. El ataque ocurrió el 7 de junio durante un evento público en la capital colombiana, cuando fue alcanzado por varios disparos.
Días antes de su muerte, el político había sufrido una hemorragia cerebral que obligó a una intervención neuroquirúrgica de emergencia, sin éxito. Según las investigaciones, el atentado fue cometido por un adolescente de entre 14 y 15 años, quien fue detenido poco después.
Una carrera política en ascenso
Nacido en Bogotá el 28 de enero de 1986, Miguel Uribe Turbay era abogado por la Universidad de los Andes y contaba con una maestría en Administración Pública de la Universidad de Harvard. Fue concejal de Bogotá entre 2012 y 2015, llegando a presidir el Concejo Distrital en 2014. Posteriormente se desempeñó como secretario de Gobierno de la capital entre 2016 y 2018.
En 2019 se presentó como candidato independiente a la Alcaldía de Bogotá, obteniendo un importante respaldo ciudadano. Más tarde se unió al partido Centro Democrático y, en las elecciones legislativas de 2022, fue el candidato más votado de su lista para el Senado, donde se destacó como un firme opositor del gobierno de Gustavo Petro.
Su precandidatura presidencial para las elecciones de 2026 lo perfilaba como una de las voces jóvenes con mayor proyección en la política colombiana.
Un apellido con historia
Uribe Turbay pertenecía a una familia con larga trayectoria en la política y los medios de comunicación en Colombia. Era nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala e hijo de la periodista Diana Turbay, quien murió en 1991 durante un operativo de rescate tras haber sido secuestrada por el Cartel de Medellín.
Impacto regional
La muerte de Miguel Uribe Turbay ha generado reacciones en varios países de la región, tanto por su papel en el escenario político colombiano como por lo que representaba su figura para una nueva generación de líderes. Su asesinato reaviva el debate sobre la violencia política en América Latina y sus efectos en la democracia.