Joven muere en incendio semanas después de superar cáncer de huesos

El incendio se desató en la madrugada, alrededor de las 5:30, cuando restos de fuegos artificiales utilizados la noche anterior prendieron fuego la parte trasera de la casa familiar.

Jimmy Walker, jefe de bomberos de Independence, explicó que el viento de la noche avivó las llamas y lamentó que no hubiera detectores de humo funcionando en la vivienda.

«No puedo asegurar que un detector de humo hubiera salvado vidas en este caso. Pero lo que sí puedo decir es que no habría hecho daño», dijo Walker.

Jerilynn había sido dada de alta del Children’s Mercy Hospital en Kansas City a finales de junio, tras recuperarse de un cáncer muy agresivo.

Su padre, Jerry Brown, recordó emocionado el momento en que su hija «tocó la campana» al salir del hospital, un símbolo de haber vencido la enfermedad.

Además de Jerilynn, el incendio cobró la vida de Marc Anthony Young Sr., de 52 años, quien murió tras luchar por su vida durante casi tres días.

La madre de Jerilynn, Liz Stephenssigue hospitalizada en estado crítico debido a las graves quemaduras sufridas.

El jefe Walker destacó la necesidad de contar con detectores de humo operativos en los hogares para evitar tragedias como esta.

«Las horas pueden pasar mientras un fuego se mantiene latente. siempre debemos preocuparnos por los incendios que pueden pasar desapercibidos y volverse incontrolables rápidamente«, advirtió.

En 2023, los departamentos de bomberos locales, incluyendo los que protegen pueblos, municipios, ciudades y condados, respondieron a aproximadamente 1.389.000 incendios en EE. UU, según un estudio de la National Fire Protection Association (NFPA).

Estos incendios causaron 4371 muertes; 13.350 heridos; y 23 mil millones de dólares en daños materiales directos.

En promedio, un departamento de bomberos respondió a un incendio en algún lugar de EE. UU. cada 23 segundos en 2023. Un civil resultó herido de muerte en un incendio cada dos horas y 23 minutos. Cada 39 minutos, un civil sufrió una lesión no mortal a causa de un incendio.