La oración cristiana

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EL AUTOR es ministro cristiano. Reside en La Vega.

La oración se considera como todas aquellas formas de comunicarse con una deidad. Por consiguiente, la oración no es solamente de los cristianos, sino de otras creencias religiosas, las cuales pueden estar vivas o muertas.

Es importante señalar que ésta tenga  una deidad real, y no ficticia. Muchas de las religiones tienen una  inexistente deidad, cuyas oraciones son vanas y sin provecho desde el enfoque del resultado desde la deidad.

La oración cristiana en parte, es compartida con la del judaísmo, por tener un Dios común. Sin embargo, se diferencian en que en el cristianismo toda relación con la Deidad, es a través de Jesucristo, quien en condición de hombre se convierte en mediador e intercesor entre Dios y el hombre.

De ahí que, el mismo Jesucristo dice que se pida al Padre y Dios, en el nombre de El, quien es el Camino, la Verdad y la Vida que lleva a la Deidad.

En el mundo cristiano la oración ha sufrido una serie de desviaciones que derivan desde el fanatismo, especulación, como el escepticismo. Fanatismo, porque muchas veces se pasan horas orando sin tener que decir, se duerme, se piensan otras cosas, aunque llena un vacío de ilusión. Especulación, porque se utiliza con fines de crear una sensación social, como hacían los fariseos para demostrar que eran espirituales.

También existe, la de escepticismo, que son aquellas que aunque no se cree, o que tiene serias duda de la existencia de una deidad, o de que el individuo pueda ser oído, la persona la hace, con el fin de un cumplido. Esta forma de oración es muy frecuente, debido a que se carece de conocimiento de lo que realmente es una deidad y de lo que es la comunión entre el creyente y la deidad.

La oración cristiana está sujeta a lo que la Deidad, Dios, dice en su palabra. Debe hacerse en el nombre de Jesús; debe ser dirigida al Padre y Dios; el que ora debe hacerlo  en espíritu (presencia) y con conocimiento de lo que está diciendo; debe pedir conforme a lo que es la voluntad de Dios; debe estar firme en la fe, esperando en que Dios ha de oír y responder y; es necesario que quien ore haga la voluntad del Señor.

Orar conforme a Cristo, no es una forma de mente positiva, pues no es hecha al individuo, sino a Dios y Padre. Tampoco puede verse como una forma sociológica, para unir o reunir personas, más debe orarse en lo más secreto posible, como dijo Jesús entrar en el aposento.

Se debe decir que la oración es algo muy  íntimo entre  Dios y la persona, a tal grado , que es la confidencialidad entre un Padre y un hijo.

La oración que se hace en una forma colectiva, se requiere que uno en representación de todos, eleve la oración, mientras que los demás deben estar atentos  a lo que se dice, para poder decir amén. El entendimiento de todos debe ser el mismo. A través de decir amén se hace responsable de lo que se dice. Si alguien no está de acuerdo, o no entendió lo que se dice, no debe decir amén.

La oración cristiana, puede hacerse parado, acostado, sentado, o de rodillas. Debe orarse  en el mismo idioma de los presentes, de lo contrario debe callar u orar para sí con su Dios. Orar es un gran beneficio, por lo que el ser de fe, debe orar continuamente y ser paciente en la espera, ésta no es una orden a Dios, ni un decreto del hombre, es una petición que solo Dios decide qué responderle al que ora.

Dios nos enseña como orar, el humano decidimos cuando orar. Gracias a Dios y Padre, que nos permite hablar por medio de su Hijo Jesucristo, hablar con él. Esa es una de las grandes bendiciones y privilegio que Dios concede a la humanidad creyente.

Esto da seguridad, protección, esperanza, confiabilidad; al que cree todo le es posible, dentro del contexto de lo que Dios dice; Dios lo puede todo.

jpm-am

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