Redacción.- El pueblo puertorriqueño, los que viven en la isla y los que están esparcidos en la diáspora, se dieron cita en masa desde tempranas horas de este sábado 19 de julio a la quinta función de la residencia musical de Bad Bunny «No me quiero ir de aquí» en el Coliseo de Puerto Rico.
Cómo parte de su álbum «Debí tirar más fotos», la esencia tradicional fue rescatada por jóvenes, adultos y envejecientes, en un evento que está en boca de todos.
El artista anunció 30 conciertos en la residencia musical que tiene una casa a tamaño real dentro del Coliseo, dónde han asistido en las primeras funciones figuras de la talla de la estrella de la NBA LeBron James y el ídolo latino Ricky Martin.