SAN JUAN – Lo que debía ser una noche de celebración y unión familiar se convirtió en una jornada de frustración para miles de puertorriqueños. Este 24 de diciembre, en plena Nochebuena, una serie de averías en el sistema eléctrico dejó a oscuras a más de 25,000 clientes, reviviendo el trauma de una infraestructura energética que no logra estabilizarse desde el huracán María en 2017.
El impacto de la falta de servicio
Según los reportes oficiales de LUMA Energy, la empresa encargada de la transmisión y distribución de energía, el corte afectó principalmente a cinco grandes áreas del archipiélago:
Zona Centro: Barranquitas y Villalba.
Zona Norte: San Juan, Canóvanas y Vega Alta.
A las 9:20 p.m., los registros de la compañía contabilizaban exactamente 25,880 abonados sin luz, una cifra significativa que empañó las festividades en miles de hogares.
Tensión política y judicial
Este nuevo incidente ocurre en un momento de máxima tensión entre el Gobierno y el consorcio privado. La semana pasada, el Gobierno de Puerto Rico radicó una demanda ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan buscando anular el contrato de LUMA.
«El país está reclamando desde hace años la salida de esta empresa por el servicio nefasto que han brindado y el alza constante en el costo energético», afirmó Ingrid Vila, directora de la organización ‘Cambio’.
Los críticos señalan que, a pesar de los argumentos de LUMA sobre la falta de financiamiento, la operación ha demostrado ser ineficiente y ha excedido reiteradamente el presupuesto anual aprobado, sin mostrar mejoras sustanciales en la estabilidad del servicio.
Un problema recurrente
La fragilidad de la red eléctrica en Puerto Rico es una herida abierta. Desde que LUMA inició operaciones en junio de 2021, las protestas ciudadanas —respaldadas incluso por figuras internacionales como Bad Bunny— han sido constantes. Los ciudadanos denuncian que, además de los cortes, las facturas continúan en aumento.
Este apagón de Navidad se suma al historial de fallas en fechas críticas; cabe recordar que el año pasado una avería similar dejó a gran parte de la isla a oscuras durante las celebraciones de Año Nuevo.
