Química, eyaculación y cáncer de próstata

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El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros.

POR HUMBERTO CONTRERAS VIDAL 

Varias noticias se pueden encontrar en la internet donde se señala un importante estudio científico realizado por la Universidad de Harvard donde se establece que la eyaculación masculina frecuente podría estar asociada con una reducción del riesgo de padecer cáncer de próstata.

El cáncer de próstata es uno de los tipos de cánceres más comunes que sufren los hombres de todo el mundo.  Tal como ocurre con los demás cánceres, las causas del cáncer de próstata están vinculadas a factores genéticos, hormonales y ambientales.

Algunas sustancias químicas que pueden afectar el desarrollo y funcionamiento de la próstata son: bisfenoles, ftalatos, fitoestrógenos y micoestrógenos. Los bisfenoles y ftalatos están presentes en los plásticos. Los fitoestrógenos y micoestrógenos son compuestos naturales producidos por las plantas y los hongos respectivamente. Estas sustancias afectan la función de la próstata y, en consecuencia, la fertilidad masculina. Además, el arsénico, cadmio y benceno pueden provocar cambios en el ADN (mutaciones genéticas).

Las sustancias indicadas en el párrafo anterior pueden entrar al cuerpo a través de alimentos, por contacto con la piel o mediante la respiración de aire contaminado. Razón por la cual, hay que insistir en que se debe ser cuidadoso con los envases plásticos que se utilizan para colocar comida caliente. Evitar la quema de basura con materiales plásticos. Así como también, evitar la tiradera de desperdicio a las fuentes naturales de agua como ríos y arroyos, que al final, es la misma agua que nos envían tratada por tubería a todas nuestras casas.

Retomando el tema de este texto, en el estudio antes señalado, se analizaron los hábitos sexuales de 32,000 hombres durante 18 años. Los resultados mostraron que los hombres que eyaculaban al menos 21 veces al mes tenían un 33 % menos de riesgo de desarrollar cáncer de próstata en comparación con quienes lo hacían entre 4 y 7 veces al mes.

Aunque haya autores que no están de acuerdo con estos resultados, esto significa que a mayor frecuencia de eyaculación mayor salud prostática tiene un hombre. En consecuencia, menos probabilidad tendrá de desarrollar un cáncer de próstata.

Esta situación se puede explicar con la frase popular que dice: “lo que no se usa se daña”. La eyaculación contribuye a expulsar fuera del cuerpo las sustancias dañinas que afectan el desarrollo y funcionamiento de la próstata. De alguna manera, ayuda en menor grado, al trabajo que a gran escala realiza el hígado y los riñones, contribuyendo a sacar del cuerpo sustancias tóxicas que cuando se acumulan alteran procesos hormonales y terminan aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades, y en este caso específico, cáncer de próstata.

La eyaculación reduce el estrés y mejora la calidad del sueño, dos factores indirectos que influyen en la salud general y prostática.

En síntesis, las sustancias químicas que se expulsan en la eyaculación sirven como vehículo para eliminar las sustancias dañinas que aumentan el riesgo de padecer cáncer de próstata. ¡Eyaculación frecuente es salud!

huco71@gmail.com

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