
Un estudio reciente revela que, aunque las mujeres tienden a experimentar una ira más intensa a medida que envejecen, también desarrollan una mayor habilidad para controlarla y expresarla de forma más saludable.
La investigación, liderada por Nancy Fugate Woods de la Universidad de Washington, analizó datos de 271 mujeres que participaron en el Seattle Midlife Women’s Health Study, un seguimiento que se inició en los años 90. A lo largo de varios años, las participantes completaron cuestionarios sobre sus niveles de ira y hostilidad.