Desde su residencia en Mar-a-Lago, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció oficialmente el lanzamiento de la denominada “Flota Dorada”, un ambicioso proyecto de modernización naval que contempla la construcción de una nueva generación de buques de guerra de gran escala.
El anuncio se realizó en presencia de altos funcionarios de su administración, entre ellos el secretario de Defensa, Pete Hegseth; el secretario de Estado, Marco Rubio; y el secretario de la Marina, John Phelan. Durante el acto, Trump confirmó el inicio inmediato de la construcción de dos acorazados de gran tamaño que conformarán la nueva “Clase Trump”, los cuales describió como los más poderosos jamás desarrollados por la Armada estadounidense.
El mandatario justificó la iniciativa señalando que gran parte de la flota actual se encuentra obsoleta. “Nuestros barcos se volvieron viejos, cansados y anticuados, y nosotros iremos exactamente en la dirección opuesta”, afirmó. Según explicó, estas nuevas embarcaciones superarán ampliamente a históricos acorazados como los de la clase Iowa o el USS Missouri, tanto en tamaño como en capacidad operativa.
Los buques de la Clase Trump tendrán un desplazamiento superior a las 40,000 toneladas y funcionarán como los nuevos buques insignia de la Armada. Trump aseguró que incorporarán tecnología de inteligencia artificial como componente central de su operación, además de armamento avanzado que incluirá misiles hipersónicos, cañones de riel eléctricos y sistemas láser de alta potencia.
El secretario de la Marina confirmó que estas naves también estarán equipadas con misiles de crucero de lanzamiento marítimo, algunos de ellos con capacidad nuclear, actualmente en fase de desarrollo. Trump defendió igualmente el retorno de cañones tradicionales, argumentando que resultan más económicos y efectivos en determinadas situaciones que los misiles de alto costo.
Durante su intervención, el presidente expresó fuertes críticas a la industria de defensa por la lentitud en los procesos de producción y advirtió que impondrá sanciones a las empresas que incumplan plazos o estándares. En ese contexto, anunció una próxima reunión con contratistas militares y destacó la reapertura del astillero de Filadelfia, tras una inversión de 5,000 millones de dólares de la empresa surcoreana Hanwha.
El anuncio de la Flota Dorada se produce en un escenario de creciente tensión internacional, particularmente con Venezuela. Trump reiteró que Estados Unidos mantiene bajo custodia más de 1.9 millones de barriles de petróleo confiscados a un tanquero venezolano y confirmó operativos constantes contra lo que calificó como una “flota clandestina”.
Finalmente, el presidente vinculó el fortalecimiento naval con la lucha contra el narcotráfico en el Caribe, asegurando que los operativos marítimos han reducido en más de un 90 % el ingreso de drogas por esta vía, lo que, según afirmó, ha permitido salvar miles de vidas.
