REDACCIÓN.- En 1783, en una pequeña aldea de la India, nació un niño que asombraría a toda la región: tenía dos cabezas, una de ellas ubicada boca abajo, con el cuello apuntando hacia arriba.
Sorprendentemente, ambas cabezas funcionaban correctamente, y se afirmaba que el niño podía escuchar la comunicación del otro cerebro con él.
La reacción inicial fue de horror. La partera que asistió el parto quedó tan impactada que intentó arrojar al bebé al fuego. Afortunadamente, fue rescatado a tiempo, y tras superar el susto inicial, sus padres comenzaron a ver en él una posible fuente de ingresos.
A medida que su fama se extendió, el niño empezó a participar en espectáculos y recibió invitaciones de nobles, funcionarios y autoridades municipales para exhibiciones privadas.
Aunque a menudo se le llamaba «bicéfalo», en realidad su condición consistía en tener una cabeza sobre la otra, ambas con tamaño y desarrollo normales para su edad.
Curiosamente, la segunda cabeza a veces actuaba independientemente de la principal, mostrando expresiones diferentes al llorar o sonreír.
Lamentablemente, la vida del niño fue corta. Cuando tenía cuatro años, su madre lo dejó solo por un momento para buscar agua y, al regresar, lo encontró muerto tras haber sido mordido por una cobra.
Este caso histórico, conocido con el nombre de Neni Suparni, sigue siendo recordado como uno de los ejemplos más sorprendentes de condiciones congénitas raras en la historia de la India.
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REDACCIÓN.- En 1783, en una pequeña aldea de la India, nació un niño que asombraría a toda la región: tenía dos cabezas, una de ellas ubicada boca abajo, con el cuello apuntando hacia arriba.
Sorprendentemente, ambas cabezas funcionaban correctamente, y se afirmaba que el niño podía escuchar la comunicación del otro cerebro con él.
La reacción inicial fue de horror. La partera que asistió el parto quedó tan impactada que intentó arrojar al bebé al fuego. Afortunadamente, fue rescatado a tiempo, y tras superar el susto inicial, sus padres comenzaron a ver en él una posible fuente de ingresos.
A medida que su fama se extendió, el niño empezó a participar en espectáculos y recibió invitaciones de nobles, funcionarios y autoridades municipales para exhibiciones privadas.
Aunque a menudo se le llamaba «bicéfalo», en realidad su condición consistía en tener una cabeza sobre la otra, ambas con tamaño y desarrollo normales para su edad.
Curiosamente, la segunda cabeza a veces actuaba independientemente de la principal, mostrando expresiones diferentes al llorar o sonreír.
Lamentablemente, la vida del niño fue corta. Cuando tenía cuatro años, su madre lo dejó solo por un momento para buscar agua y, al regresar, lo encontró muerto tras haber sido mordido por una cobra.
Este caso histórico, conocido con el nombre de Neni Suparni, sigue siendo recordado como uno de los ejemplos más sorprendentes de condiciones congénitas raras en la historia de la India.
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