Washington, Estados Unidos.- La Organización de Estados Americanos (OEA) ha adoptado un enfoque muy diferente respecto a la crisis que afecta a Haití desde que comenzó la gestión del exministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Ramdin, en mayo.
«Haití debe ser una prioridad para todos», afirmó en una entrevista desde la sede de la OEA, en relación con la crisis de seguridad y la situación humanitaria que enfrenta el pueblo caribeño.
«Es un Estado miembro de la OEA y tenemos el deber moral de ayudarlo», agregó Ramdin, al precisar que «ha habido más muertes en Haití en los últimos dos meses que en cualquier otro lugar del mundo».

El nuevo secretario de la OEA, quien en mayo sustituyó a Luis Almagro, informó que la entidad está desarrollando un plan enfocado en la seguridad, la entrega inmediata de ayuda humanitaria y la celebración de elecciones, con el fin de ayudar a que Haití tenga un gobierno legítimo y mejore su resiliencia económica.
“Esperamos tener este plan listo a mediados de julio para presentarlo a los Estados miembros y coordinar esfuerzos con otros socios, como las Naciones Unidas y los bancos regionales”, indicó.
Sin embargo, aclaró que la OEA no puede participar en una misión de paz en Haití.
“Podríamos apoyar una misión de seguridad. La OEA no tiene el mandato de desplegar fuerzas de paz; ese mandato lo tienen las Naciones Unidas”, manifestó Ramdin.
«Ayudaremos en lo que podamos, pero dentro de nuestras competencias», dijo.
La crisis de Haití será un tema de análisis en la Asamblea General de la OEA, prevista para celebrarse desde el jueves hasta el sábado (del 25 al 27 de junio) en Antigua y Barbuda. Esta será la primera asamblea que presidirá Ramdin tras asumir el cargo en mayo, bajo el lema “Construyendo economías resilientes e inclusivas en las Américas”.
El ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Roberto Álvarez, destacará la importancia de cumplir con los compromisos asumidos para ayudar a Haití durante su participación en la Asamblea General de la OEA.
Su insistencia se basará en «el agravamiento de la crisis que afecta a Haití y que amenaza la seguridad de la República Dominicana y la región».
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha informado que al menos 2,680 personas murieron a causa de la violencia armada interna entre enero y mayo de este año en Haití, y que hay 1.3 millones de desplazados. La mitad de ellos son menores.
En 2024, según las Naciones Unidas, la violencia en Haití resultó en 5,626 muertos, 2,213 heridos y 1,494 secuestrados.