El autor es educador. Reside en Santo Domingo
POR FRANCIS ANTONIO LORA RAMÍREZ
Pese a haber estudiado guitarra y piano, el talento de Rubby Pérez fue, sin lugar a duda, su voz, la cual era aterciopelada, pujante, que alcanzaba, por su dulzura, a ser angelical, un don, que con humildad él mismo se reconocía y le daba (como debe ser), los créditos a Dios.
Su forma de interpretar el merengue era única y me atrevo a decir, que sin precedente. Este fino cantante de merengue tuvo cierta gracia y frescura que seducían y atrapaban (¡y atrapan!) a los escuchas, inclusive a los mozalbetes, que tantas veces (y aún después de conocerse su deceso el 8 de abril de 2025), se les oye canturrear por doquier, sus más icónicas y célebres canciones.
No por demás se ha insistido en llamar a Rubby Pérez «la voz más alta del merengue.
Su nombre de pila era Roberto Antonio Pérez Herrera, oriundo de la Bajos de Haina, provincia San Cristóbal, que ha aportado un sinnúmero de talentos en todos los órdenes a la República Dominicana y al mundo.
Discografía y legado
La trayectoria musical de este singular cantante parte de 1973 hasta el 2023, conocida como las etapas activas en cuanto respecta a discografía o producciones que alcanzaron la luz, y, por consiguiente, el éxito del que hoy todos somos testigos.
Tuvo su estrellato como merenguero en el apogeo de la época dorada del merengue (1987) Para ese entonces debutaba como solista (en medio de una constelación de artistas y orquestas de primer orden), con canciones de buenas tintas e interpretaciones magistrales que, sin lugar a duda, contribuyeron, ipso facto, a situar al merengue en la cima de la excelencia musical.
Algunos de esos merengues que calaron en el gusto musical de muchos, son estos:
Buscando tus besos, Dame veneno, Contigo, Ave de paso, Cobarde cobarde; Fiesta para dos, Enamorado de ella, Amor de hembra, Hipocresía, El perro ajeno; No voy a llorar, Tú vas a volar, Volveré, Sobreviviré, Color de rosa; Se fue, Entre tú y mil mares, etc.
jpm-am
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