POR TOMAS ARIAS
Joaquín Balaguer Ricardo, en su último mandato presidencial, 1994-1996, ordenó la construcción de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen en el populoso barrio Los Barracones, zona norte de Baní. Esto llenó de mucha alegría a los feligreses y moradores del sector, ya que realizaban sus actividades en una enramada.
Al concluir la administración del presidente Balaguer, la obra no se había terminado, apenas alcanzaba alrededor del 70%, pero la esperanza se mantenía en los ciudadanos, quienes soñaban con la terminación de su anhelada obra con la llegada al poder del Dr. Leonel Fernández, quien iniciaba un nuevo gobierno 1996-2000.
Luego, dirigieron los destinos del país Hipólito Mejía, 2000-2004; más tarde volvió Leonel Fernández, 2004-2008 y 2008-2012; le siguió Danilo Medina, 2012-2016 y 2016-2020; continuando Luis Rodolfo Abinader Corona, 2020-2024, reelecto para 2024-2028.
La obra permanece paralizada, pero la esperanza de los cristianos, miembros de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen se mantiene viva, aunque suman 31 años de espera y aun no la termina.
Cabe resaltar, que el actual sacerdote de ésta iglesia, padre Bartolomé Marte Leonardo, ha estado realizando diligencias a través las autoridades locales y nacionales con los fines de lograr la terminación del templo cristiano.
La zona que abarca dicha parroquia comprende los barrios Los Barracones, Las Colinas, Brisas del Norte, Jesús de Nazaret, Villa David, 20 Casitas, San Martin de Porres, La Altagracia, El Maní, la Saona. La Montería, Yeguarizo, Caoba, Sabana indio, Angostura, Sabana Roble, Honduras y El Matadero.
Recientemente en una visita a Baní el Jefe del Estado se comprometió ante los presentes, dirigiéndose a Monseñor Faustino Burgos Brisman, Obispo de la Diócesis de Baní, presente en el evento; expresando la disposición de entregar los recursos necesarios para la terminación de dicha infraestructura.
jpm-am
Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.